La historia de nuestra camiseta

Boca Juniors tuvo tres o cuatro camisetas antes de adoptar la definitiva, de color azul con una amplia banda amarilla horizontal. En su página web el club informa que existe una versión, no verificada con certeza, que cuenta que la primera camiseta fue de color rosa y que se utilizó solo en los dos primeros partidos. Sin embargo, reportajes hechos a fundadores y primeros socios coinciden en que el equipo adoptó una camiseta de fondo blanco con rayas verticales muy finas de color negro, que confeccionó la hermana de los Farenga. Luego hubo una celeste, quizá otra azul, y más tarde una de líneas finitas blancas y azules.

En 1907 Boca abandonó la camiseta que había utilizado desde 1905. La tradición relata que el Club Nottingham del barrio de Almagro y Boca Juniors poseían una casaca parecida y que, para resolver la cuestión, decidieron jugar la camiseta en un partido. Boca perdió y debió cambiar los colores.

La elección de los colores definitivos del equipo fue dejada al azar. Juan Rafael Brichetto, presidente del club el año anterior (lo sería nuevamente en 1910-13), propuso adoptar los colores de la bandera del primer buque al que él le diera paso al día siguiente; Brichetto era operador de uno de los puentes del puerto. El barco resultó ser sueco y fue así que el club adoptó los colores azul y amarillo («azul y oro») de la bandera sueca. Sin embargo no fue esa la camiseta definitiva, pues hasta 1913 Boca utilizó un diseño de fondo azul con una franja diagonal de izquierda a derecha. Ese año el club decidió un nuevo diseño, que con pocas diferencias sería mantenida en adelante: azul, con una amplia franja horizontal amarilla al medio.

Según Juan Antonio Farenga, hijo de quien fuera uno de los fundadores del club, tanto el relato del partido por la camiseta, como el del barco sueco son mitos.